Desde su llegada a Necaxa, Carlos González se ha convertido (más allá de los goles) en un jugador sobre el cual edificar caminos rápidos para instalarse en campo contrario y para acercarse a la portería rival. Su dominio en el juego directo, la agresividad global en su juego, la amenaza en transición y su eficacia de cara al arco le han transformado en una certeza para sus equipos. Sin embargo, y compartiendo línea de ataque con Juan Dinneno en Pumas, el delantero paraguayo mostró que también es capaz de mostrar matices en su juego enfocados a la conexión entre líneas en una función más de enlace que de finalizador; incluso partiendo desde la banda izquierda.
Esto último, es algo que, de manera intermitente, André Pierre Gignac ha venido desarrollando en los torneos más recientes en el equipo de Ricardo Ferretti. Con la salida de Rafael Sobis, el jugador que mejor pudo leer y desempeñar esa función entre interior/enganche/delantero, Tigres ha ido reinventándose siempre añorando aquel arquetipo que el brasileño dejó vacío. Ante la dependencia en el último toque que el cuadro felino tiene con el francés, Tuca no ha podido entregarse a esa versión de organizador del exjugador del Oympique de Marsella sin acusar la falta de gol.
Con ayuda de los datos, veamos algunas posibilidades que se le abren al cuadro universitario, el cual ya cuenta con un amplio abanico: flexibilidad en el rol de interior izquierdo/enganche. La opción más suculenta es la posibilidad de ver a Gignac ejercer definitivamente ese rol de nexo sacrificando presencia en la zona final. Quitando el atípico % de conversión con el que cuenta Nico López en su paso por Tigres. Carlos González cuenta con mejores números que el propio André Pierre Gignac, algo que confirma una de las frases iniciales:
“González es muy eficaz de cara a portería”.
Pese a que con Dinneno el atacante guaraní se retrasaba un poco más, el grueso de su carrera ha sabido partir como referencia donde, además de un buen juego de espaldas, aporta un agresividad en los desmarques que retrasa las líneas defensivas, propiciando espacio a sus compañeros entre líneas. Incluso ante una eventual baja de Gignac, González puede replicar el rol ya sea con alguien más adelantado, por ejemplo: Nico López o con alguien detrás (otras características), como Leo Fernández.
Pases largos de los centrales
En el último torneo, se vio una intención clara tanto de Carlos Salcedo como de Hugo Ayala, de buscar más en largo a los lejanos como base de su modelo de juego. Aunque estos envíos se enfocaban en encontrar a los hombres abiertos (Javier Aquino, Luis Quiñones, Luis Rodríguez), también se buscaba superar presiones buscando al mismo Gignac o a Julián Quiñones. En ese sentido, el francés es más irregular en esas artes donde González es una garantía. Si los rivales buscan presionar arriba o a Tigres le cuesta meterse en campo rival, tanto los centrales como el mismo Nahuel Guzmán no van a dudar en buscar al ex-delantero de Pumas para que habilite de cara al propio Gignac.
Presencia en los centros laterales
Otra de las premisas del Tigres de Rafael Sobis consistía en que los centros enviados desde los callejones del área eran siempre pasados al segundo palo buscando una superioridad ante el lateral rival o, en su defecto, que el rechace le cayera a un jugador de Tigres en los picos del área. Con González llegando y no estando, el equipo felino gozará con una ventaja que contó Pumas el torneo pasado. Imaginemos a Luis Quiñones regateando hacía afuera, ganando línea de fondo con el bloque defensivo mirando a su portería, con todas las miradas atentas al desmarque al palo corto de Gignac, y con González llegando en vuelo ante el lateral rival. Además, con Aquino pendiente del rechace.
Ahora bien, tratemos de dibujar un escenario donde Leo Fernández arme su pierna izquierda enganchando desde la banda derecha, con los defensores teniendo que marcar en vuelo tanto a González como a Gignac (que también es un especialista atacando el palo largo). Demasiadas amenazas para cualquier sistema defensivo de la Liga MX.
Está por verse cómo Ferretti puede configurar todo el crucigrama que le presenta su amplio plantel dotando de una identidad clara sin que se quede a medio camino como ha sucedido en los últimos dos tornes. No obstante, se intuye que sea el camino que se elija, Carlos González se puede convertir en una pieza importante.
Editorial Statiskicks + @monopandillero