La primera vez que vimos al Luis Romo mediocampista, fue en la jornada 3 del Apertura 2019, justamente, contra su actual equipo: Cruz Azul. En aquel entonces, Luis Romo anotó 2 de los 3 goles que le dieron la victoria al cuadro queretano. Siendo el factor X del conjunto dirigido en aquel entonces por Víctor Manuel Vucetich. Lució muy bien: presionando, recuperando y pisando el área por sorpresa. Tal y como lo vemos ahora en La Máquina; sin embargo, su papel en la selección y Gallos siempre fue como central o actuando como pivote en el 4-3-3 de Martino.
A su llegada al conjunto cementero, muchos lo veíamos como ese 5 clavado que le faltaba al equipo, desde la salida de Marcone y el paso fugaz de Eustaquio o los altibajos de Baca. Así es como la mayoría lo teníamos observado. No obstante, a todos nos sorprendió su rol como un mediocampista: ya sea en 4-4-2 o como interior en 4-3-3, su faceta como llegador ha dejado a todos muy satisfechos con su rendimiento.
El mexicano de 25 años, sin duda, es uno de los jugadores que más ha llamado la atención de todo lo que rodea al futbol mexicano en los últimos 3 torneos de Liga MX. Una constante evolución, una interpretación de campo magnífica y una intuición perfecta para saber dónde aparecer. Del Romo de la central, al de la contención y, de este último, al más adelantado con llegada a línea final. Para justificar esto, iniciemos viendo su estudio de evolución para ver las características con las que cuenta él.
Tal como lo podemos ver en el gráfico anterior de Romo, su paso a mediocampista lo ha hecho involucrarse más en el último tercio del campo: principalmente por la banda derecha, actuando como interior en el 4-3-3 que ha implementado Juan Reynoso; es pieza fundamental para presionar a los rivales en salida o en bloque medio ayudando a Rafael Baca, pero a la vez ser un llegador sorpresa que carga el área. Un futbolista sumamente inteligente para ocupar distintos espacios.
Sus estadísticas varían demasiado, tal como lo comentamos anteriormente: su versatilidad para jugar como central, posición en la que debuta, y su irrupción como mediocampista, ahora más llegador, nos hacen ver dos radares muy distintos; sin embargo, en ambos se muestra como un jugador muy efectivo, pues cumple en distintos aspectos: tanto en lo defensivo cuando se le exigía en la zaga o en el doble cinco, como en la parte un poco más ofensiva. Justamente, esto es lo aprovecha muy bien El Profe Reynoso. Cuando busca cerrar el partido, vemos a Romo posicionarse como central por derecha, acompañando a sus compañeros para evitar los remates en el área y achicar los espacios en la misma.
Por otra parte, podemos ver una intención marcada en los mapas de calor; esto conforme a su paso por el futbol. Como ya se mencionaba, de ser un jugador con tareas más defensivas pasó a ser uno con más trabajo ofensivo, y ahí vemos su sólido color en el la zona interior derecha del campo. Pese a eso, su efectividad en la ofensiva es demasiado buena, como lo podemos ver en el siguiente gráfico: es uno de los jugadores que más participaciones tiene de cara al gol y se balancea muy bien con sus recuperaciones gracias a su sacrificio defensivo.
En este análisis, se nota la intensidad y la inteligencia que tiene el mexicano posicionándose en el medio campo. Es el futbolista con mejores números, comparando las dos áreas: más de 6 recuperaciones P90 y muy cerca de producir 1 gol cada 2 partidos. Un ejemplo claro de un Todocampista, que por cierto, ya se ha hablado de ello en este artículo, donde también resalta. Para hacer aún más claro su mejor función, veamos el siguiente video, donde se nota cómo recupera el balón y carga el área.
Romo es un jugador raro de encontrar en la Liga MX: su fisico de central y su habilidad para llegar al área, lo hacen uno de los jugadores más interesantes de la Liga, veremos si en selección logra ganarse un lugar en el XI del Tata, y consigue tener tan buen rendimiento como hasta ahora. De poder hacerlo, no tenemos dudas de que su futuro podría estar en Europa; en caso hipotético, verlo en la Bundesliga sería ideal, un contexto de futbol donde sus cualidades podrían brillar de gran manera, ¿por qué?, pues gracias a su habilidad para presionar, recuperar y ser un llegador del área.
Editorial StatisKicks + Adrián Crispin