Parece que fue ayer cuando Tigres realizaba un video de bienvenida a un jugador que ya les pertenecía. Leo Fernández llegaba al cuadro felino luego de meter 8 goles en 10 encuentros disputados (con solo 21 años). Gignac se mostraba entusiasmado en el clip y si este último lo estaba, también el resto del plantel y la afición. Sin embargo, 9 meses después de la llegada de quien posiblemente estaba siendo el mejor futbolista del Clausura 2020 (cancelado por COVID-19), la audiencia mexicana sigue esperando su consolidación, la cual parece muy lejos con Ricardo Ferretti en el banquillo.
Al Tuca muchas veces se le ha criticado por las tomas de decisiones que realiza. Por ejemplo, al ir ganando y defender cuando podría controlar el partido a partir de su capital humano, o por relegar a un jugador, el último caso podría ser Lucas Zelarayán. Un 10 que partió de México a la MLS y en su primera aparición terminó campeón y MVP con el Columbus. La realidad es que, al final de todo, quien mejor conoce al plantel y quien más sabe qué está pasando y a quién debe utilizar, es el técnico. No obstante, el caso de Leo es muy raro, porque a él lo pidieron de vuelta de Toluca por su calidad y por lo que podría aportar.
Para empezar con este caso, que además de frustrante se vuelve triste, veamos las estadísticas totales que consiguió en 10 duelos el uruguayo de 22 años durante su debut en la Liga MX en el 2020.
Datos sorprendentes, los cuales, siguiendo la tendencia del inicio, habrían sido igual o mejores a los 10 partidos. Actualmente, parece ser que, la competencia interna y el sistema de Ferretti es lo que condiciona la entrada al campo de Fernández, pues su posición termina “sobrando” por así decirlo. Y es algo parecido a lo que pasaba con el Chino Zelarayán, pues sus condiciones no podían ser explotadas por las intenciones que tenía el club en el terreno de juego. A continuación, veamos 3 aspectos que no han dejado que Leo se muestre.
El Sistema de Juego
El famoso 4-4-2 que caracteriza a Ricardo con Tigres, le ha dado 4 títulos de Liga MX, cierto. Sin embargo, la evolución del futbol y las nuevas propuestas de técnicos que surgen, te llevan a tener otras opciones o intentar con distintas soluciones, pero parece que al Tuca no le interesa ese aspecto y veremos un cuadro similar, por lo pronto, hasta el término de su contrato. Con esto último, nos referimos al a incorporación de Carlos González.
Y es que, ¿quién no iba a querer al mejor jugador aéreo y subcampeón del torneo del Guard1anes 2020? Pues Tigres y Ferretti apostaron por él, y hasta el momento le ha faltado la finalización al paraguayo. 11 ocasiones claras falladas y únicamente 3 tantos. De entrada, tener al Charly en el campo formando ese doble 9 con Gignac, quien parte más asociativo, perjudica la incorporación del uruguayo. Por las bandas, Leo no es donde más sobresalga, aunque tiene esa capacidad para centrar de manera excelsa. Pero no hay duda de que a Fernández el centro del campo es donde mejor se le ve. Con espacio, con movilidad, con visión hacia adelante y con llegada al área para también finalizar o disparar con su gran zurda.
Imaginar un 4-4-2 con el joven de 22 años partiendo por derecha e interiorizando para dar ese último toque, ya sea a portería o a sus compañeros, es difícil, pues la posición y las características de González hacen que el francés deba salir de esa zona y ahí se estaría perdiendo un tiempo, aunque bien trabajado ese mecanismo, seguro funcionaría.
El Capital Humano
Tener a futbolistas como: Nico López, Julián Quiñones, Luis Quiñones, Javier Aquino, Carlos González y André-Pierre Gignac, ocasionan que Leo Fernández tenga que ser mejor. Y de esto último no hay duda. Sin embargo, también conlleva a la estructura de un esquema, y si en la cabeza del entrenador está tener volantes que recorran las bandas para atacar y también realizar presiones de 2 vs 1 en defensa, Javier y Luis son más indicados. Esto, al final, termina siendo un dolor de cabeza para la decisión de Ricardo Ferretti.
Poca Disponibilidad del Banquillo
Está claro que el Tuca es un entrenador de pocos cambios. Para ser más específicos, el estratega no se desvive por un movimiento, sino que aguanta muchas veces hasta un tiempo alto para realizar su primera modificación, y lo hace con base en la situación del duelo. Si va ganando y necesita cerrar, intentará desde lo defensivo: un medio de contención con recuperación o un central. El problema de los cambios ofensivos, es que los tiene muy claros y pocas veces intenta con otros, además de que suele esperar hasta las últimas instancias, y ahí Leo Fernández se queda sin su mejor escenario.
En la actualidad, el uruguayo tiene números muy tristes y nada semejantes a sus inicios. Y es que todo empieza por el problema de las oportunidades (minutos), con el cual algunos jugadores se han quedado estancados como: Jonathan Espericueta, Andy Delort, Lucas Zelarayán, Joffre Guerrón, Enrique Esqueda y otros más que se suman a la lista y que en algún momento en StatisKicks hablaremos de ello. Dejando de esto de lado, vayamos a sus stats del momento donde encontraremos que no ha producido ningún tanto.
Tomando en cuenta los primeros datos (de su inicio) y estos últimos, sería ilógico pensar que su nivel bajó o que es un mal jugador. La falta de minutos y oportunidades sobresalen. No cabe duda que la mejor versión de Fernandéz está en el centro del campo, jugando libre y con espacios, relacionándose con sus compañeros y otorgando ese último toque. Ya sea para disparar o asistir, o generar una opción. Su gran tiro, su calidad para centrar y poner el balón a la altura donde se necesita y esa capacidad de hallar a sus futbolistas en momentos que nadie lo esperaba, es única.
La realidad es que ya no es solamente la afición de Tigres la que está molesta y en desacuerdo de no ver en el campo a una promesa de 22 años, que, tal vez si aquel Clausura 2020 no se hubiera terminado, ahora estuviera en Europa buscando un lugar, o en algún otro sitio brillando. Sus números no se pueden evaluar de forma objetiva, pues el tiempo disputado lo impide y ojalá que, al terminar este campeonato, tenga las posibilidades de jugar que se merece, sea con Tigres o con cualquier otro club.
